Eres mi cara y mi cruz,
Mi alegría y mi tormento,
La sombra y la luz,
La calma y mi desconcierto.
Una flor fugaz que sobrevive a los vientos,
La estrella que se posa y brilla en mis pensamientos,
Una ilusión que nació, y en el puerto quedó anclada,
Y el tiempo limitado, que abarca el todo y la nada.
Mi obsesión y mi desidia,
La tempestad y el sosiego,
Mi condena, mi libertad,
Mi valentía y mi miedo.
El beso oculto en los labios de un poeta,
El profeta que en su tierra no conocen,
Los acordes silenciados de una melodía eterna,
Ese todo y esa nada, de un secreto cantado a voces.
El susurro de tu nombre, da compás a mis sueños,
como un continuo estribillo en las noches de Febrero,
Soy aquella aparición que pudo ser y no fue,
O un será, sin las manos en el fuego.
Oasis en mi desierto,
Mi cordura desquiciada,
La dulzura que proyecta
Tu mirada que señala,
Esa delgada frontera,
Entre el todo y la nada
Mientras tanto en mi interior,
La gran duda se disipa…
El día que naciste “Duende”
Murió para siempre mi vida.
DdS
Eres mi todo, eres mi nada.
Preciosa poesía.