Siempre vuelves…
¡Y te vas!
Pero vuelves…
Por eso me acostumbré
A esperarte.
A no angustiarme
Con tu ausencia,
A tomar dosis de tiempo
Y paciencia en porciones
Controladas.
Siempre vuelves…
Como las gaviotas
A las playas
En la antesala de la noche,
Como el recuerdo del
Primer beso
Como el azahar en primavera
Cuando mudan los naranjos.
¡Y te vas!
Huyes de aridez
Y La calima,
Pues traes el calor
Y las brasas
En tus palabras de fuego.
Y vuelves…
No sé el día exacto
De nuestro encuentro,
Si las brisas de las rías hicieron
Sabio conjuro en nuestro honor,
O si, cierto es que el poder de las musas
Puede ser infinito.
Tus labios eran de celulosa;
Los míos de tinta barata,
Y aun así;
Olvidamos firmar la fecha
De nuestro idilio.
Vuelves con el otoño,
Con el frescor de nuevas creaciones;
Con el saco cargado de ideas suculentas,
Y con la experiencia que te proporcionan
Tus meses de voluntario exilio.
El otoño es la nostalgia
Del verano que se fue
Y a la vez su reflexión.
Cada día, soy más de ti,
Y menos mío por ende,
Porque sé que siempre vuelves,
Y vuelves entre otras cosas
Porque naciste para eso,
Para volver a volver,
Un día…y otro día…
Es simple etimología,
Por eso te llaman verso…
Y los versos siempre vuelven.
Estimados lectores: hoy 18 de septiembre de 2013, queda inaugurada la tercera temporada de www.lasevilladelduende.es
Bienvenidos a vuestra casa.
¡Ya era hora!
Me alegro mucho que esa inspiracion haya, por fin vuelto a tu encuentro.Me ha encantado la forma en que lo expresas aqui.Enhorabuena y que «ella»nunca te deje.Sigue adelante…y mucho animo!.
me parece genial y sencillo lo nuevo q has escrito,enhorabuena duende,,bsss